Desde el 7 de octubre de 2023, Palestina ha conocido un aumento en las prácticas terroristas de las autoridades de ocupación israelí – sionista contra los prisioneros palestinos. Durante el genocidio en la Franja de Gaza, se destacó una nueva instalación en el desierto del Néguev conocida como el campo de detención “sde teman”. Este campo de detención, establecido por el ejército de ocupación en una base militar, simboliza otra forma de represión, en la que miles de palestinos son capturados en condiciones duras, lejos de los ojos del mundo y en un estado completo de aislamiento.
La ubicación del campo de detención: un crimen intencionado
El campo de detención “Sde Teman” se encuentra en una base militar en el desierto del Néguev, a 30 kilómetros de la Franja de Gaza. El ejército de ocupación la estableció directamente después del inicio del genocidio en Gaza el 7 de octubre de 2023. Según el testimonio de algunos prisioneros liberados y de abogados que lograron visitar a los prisioneros, la prisión está situada en un lugar alejado de cualquier núcleo habitado, en una zona aislada y completamente desconectada del mundo exterior.
En realidad, el campo de detención es similar a un cuartel militar con numerosas unidades militares distribuidas por todas partes. La prisión se extiende por amplias áreas, dividida en cuatro secciones, y en cada sección hay cuatro tiendas de lona metálica que se asemejan a cobertizos. En cada una de estas tiendas se mantienen a 100 prisioneros en condiciones inhumanas que incluyen la privación de los elementos básicos necesarios para la supervivencia.
El campo de detención “Sde Teman” descrito como el nuevo Guantánamo, ya que cuenta con instalaciones similares a jaulas en complejos cercados. Durante las horas nocturnas, las luces permanecen encendidas y enfocadas en los prisioneros con el objetivo de agotarlos y privarlos de sueño. Además, se observan altas paredes, un techo de metal y un suelo arenoso en una zona con temperaturas elevadas (en el desierto de Néguev). También hay numerosas cámaras de vigilancia y una intensa presencia de soldados armados.
El crimen de desaparición forzada:
Las fuerzas de ocupación cometieron el crimen de desaparición forzada contra miles de palestinos en la Franja de Gaza, donde las autoridades de ocupación deliberadamente ocultaron datos e información sobre quienes fueron secuestrados y llevados al campo de detención “Sde Teman” y otras cárceles. Las operaciones de desaparición forzada se dirigieron a equipos médicos, pacientes y ciudadanos que el ejército de ocupación desplazó por la fuerza, bajo bombardeos y amenazas a sus vidas. También fueron detenidos en lugares secretos sin haber sido informados del motivo de su arresto o tener acceso a abogados.
El ejército de ocupación arrestó a miles de ciudadanos palestinos en la Franja de Gaza, tras irrumpir en escuelas, centros de refugio, hogares y hospitales a los que habían acudido en busca de refugio del bombardeo aéreo y de artillería que había atacado sus lugares de residencia. En cuanto a los grupos de edad de los prisioneros, se ha documentado la presencia de niños, jóvenes y ancianos.
Sobre el número de prisioneros en “Sde Teman”, los testimonios de los prisioneros liberados y las observaciones de los abogados que lograron acceder a la prisión indican que hay más de 1000 prisioneros. Los datos oficiales palestinos en Gaza confirman la presencia de alrededor de 5000 prisioneros. Sin embargo, el número real de prisioneros sigue siendo desconocido, ya que las autoridades de ocupación no revelan información al respecto y también trasladan a algunos prisioneros a otras cárceles.
Intentos de “legalizar” el crimen:
Desde el inicio del genocidio en Gaza, las autoridades de ocupación han considerado a los prisioneros que han capturado y llevado a “Sde Teman” como «combatientes ilegales», lo que significa que no reciben la protección que corresponde a los prisioneros de guerra según la Tercera Convención de Ginebra. Esta práctica es una violación rotunda del derecho internacional, ya que no cuenta con ninguna base legal o respaldo en las normas internacionales.
La ley de “combatientes ilegales” se refiere a un instrumento jurídico injusto a lo que las autoridades de ocupación recurren para aplicarla a los prisioneros palestinos, tras su incapacidad para condenarlos. Esta legislación permite iniciar juicios bajo el pretexto de que existe un expediente secreto en poder de los organismos de seguridad de las autoridades de ocupación, sin permitir que se revele o se haga público. Esto les permite detener a los prisioneros indefinidamente, sometiéndolos a presiones, chantajes y extorsiones.
En este contexto, es crucial señalar que todas las “leyes” de la ocupación no son legítimas. Por un lado, provienen de un sistema colonial que utiliza términos y herramientas jurídicas para reforzar la opresión, el colonialismo y el genocidio. Por otro lado, estas leyes se implementan en un contexto de doble moral por parte de la comunidad internacional, que reconoce a una entidad colonial que comete genocidio como un estado, mientras no hay ningún tipo de rendición de cuentas ni imposición de sanciones contra esta entidad, ya sea en su forma política criminal o en su falsa legitimidad legal.
Crímenes de tortura y violación como herramienta de genocidio:
Los prisioneros son sometidos a torturas severas que provocan sangrado en sus cuerpos, así como a la privación de agua, alimentos y atención médica para los enfermos y las víctimas de tortura. Además, se utilizan cables eléctricos y se sumergen las cabezas de los prisioneros en agua durante largos períodos. También son golpeados con puños, patadas, garrotes, culatas de rifles y detectores de metales manuales. Estas prácticas han llevado a la amputación de extremidades de muchos prisioneros como parte de los crímenes de tortura cometidos contra ellos.
Las autoridades de ocupación también practican métodos brutales y crueles de tortura psicológica. Uno de los prisioneros liberados señaló que, durante los interrogatorios, los soldados de inteligencia y del ejército de ocupación lo obligaron a ver un video en el que las excavadoras de la ocupación desenterraban las tumbas de su hermana y su hermano y profanaban sus cuerpos. Ambos habían sido enterrados en el patio del hospital “Kamal Adwan” en el centro de la Franja de Gaza.
En la prisión “Sde Teman” se documentó la comisión de un crimen de violación contra un prisionero palestino, donde varios soldados lo agredieron sexualmente bajo las cámaras de vigilancia del lugar. Aunque los prisioneros han sido objeto de numerosas violaciones sexuales a manos de los soldados de ocupación, la mayoría de estos crímenes no se documentan ni se filtran, lo que lleva a la falta de rendición de cuentas.
Basado en esto, campo de detención “Sde Teman” es una representación del genocidio que lleva a cabo el ejército de ocupación en Palestina. Además de los crímenes de tortura contra los prisioneros palestinos, que buscan borrar la identidad y generar consecuencias políticas y sociales que afectan la memoria nacional, también se han documentado casos de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por soldados de ocupación dentro de la prisión.
En otro nivel, la filtración sistemática de información refleja la estrategia mediática engañosa adoptada por la entidad sionista. Estas filtraciones tienen como objetivo centrar la atención en campo de detención de “Sde Teman” y desviar la atención de crímenes similares que las autoridades de ocupación cometen contra los prisioneros palestinos en otras cárceles, además de intentar ocultar la cantidad de prisioneros palestinos, que se cuentan por miles.
En cuanto a la situación legal de los prisioneros en campo de detención de “sde teman”, y el intento de encontrar justificaciones legales para los crímenes, esto forma parte de la naturaleza colonial del ente sionista que busca legitimar y normalizar su existencia. Sin embargo, es evidente que todos estos crímenes violan todas las leyes y normas internacionales, dado que la existencia de las cárceles es ilegal, el genocidio que sigue en curso y la expansión colonial, y el propio ente sionista no tienen legitimidad.
Bahaa Gasan