Por Zoe Alexandra | el 8 de abril de 2025
Decenas de economistas, intelectuales y líderes de movimientos se reunieron en São Paulo para la IV Conferencia Internacional Dilemas de la Humanidad
La IV Conferencia Internacional Dilemas de la Humanidad: Perspectivas para la Transformación Social comenzó en São Paulo, Brasil, el 7 de abril. El encuentro, que se extendió hasta el 10 de abril, tiene como objetivo «debatir y proponer soluciones económicas y sociales concretas a las diversas crisis provocadas por el capitalismo y el neoliberalismo en todo el mundo, incluyendo acciones para combatir el hambre, las desigualdades sociales y la crisis ecológica.»
La conferencia está organizada por la Asamblea Internacional de los Pueblos, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra y el Tricontinental: Instituto de Investigación Social.
El panel inaugural, celebrado en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, trató de situar a los participantes en los objetivos de la propia conferencia. Los ponentes del panel inaugural, Miguel Stedile, Claudia de la Cruz, Vijay Prashad y Eduardo Suplicy, hicieron hincapié en que los debates no son meramente académicos, sino que pretenden formular teorías y soluciones concretas en respuesta a las necesidades urgentes del Sur Global, que lucha por emancipar a sus pueblos y naciones de la servidumbre de la deuda y el subdesarrollo.
En el panel inaugural, los ponentes también hicieron hincapié en que el genocidio que Israel está cometiendo en Gaza es la prueba más cruda del fracaso del actual sistema internacional. Vijay Prashad, Director Ejecutivo de Tricontinental: Instituto de Investigación Social, declaró que el mundo vive un nuevo momento, y que está «definido por el genocidio en Palestina, que nos revela esta división internacional de la humanidad, algunas personas tienen sus vidas valoradas y otras que se las consideran desechables».
Claudia de la Cruz, directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO), afirmó que, durante los 18 meses de genocidio, el pueblo de Estados Unidos, el mayor patrocinador de Israel, se ha mantenido firme en su rechazo a la política estadounidense e israelí: «La gente se ha dado cuenta de que los mismos que atacan a diario a la clase trabajadora son los que financian la matanza de bebés en Gaza».
El desarrollo sostenible ha fracasado
Los participantes enfatizaron que existe una crisis sistémica innegable y profunda que afecta al mundo entero, y que las soluciones propuestas no sólo por la derecha, sino también por los sectores liberales y las ONG en los gobiernos y las instituciones internacionales, son todas insuficientes.
Vijay Prashad, director ejecutivo de Tricontinental: Instituto de Investigación Social, recordó a los participantes que el incumplimiento por parte de Naciones Unidas de su promesa de alcanzar 17 objetivos de desarrollo sostenible para 2030, es un claro indicador de la insuficiencia de los marcos actuales para lograr el progreso y el desarrollo humano. Los objetivos de erradicar la pobreza, crear igualdad de género, garantizar el trabajo digno, promover el crecimiento económico, impulsar la industria, la innovación y las infraestructuras, entre otros, fueron establecidos por los Estados miembros de la ONU como marcadores clave de «paz y prosperidad para los pueblos y el planeta».
Pero, subraya Prashad, «la propia ONU dijo que no sólo no vamos a cumplir esos objetivos, sino que los peores elementos de la miseria humana, como el hambre, la pobreza, la falta de vivienda, ahora se están expandiendo».
Esto, según Prashad, se debe a un fallo fundamental en la visión de cómo debe financiarse y alcanzarse el desarrollo. En la actualidad, la mayoría de las naciones del Sur Global se ven obligadas a renunciar al desarrollo económico en aras de la servidumbre de la deuda. «Casi el 98% de los pagos recibidos por las exportaciones de los países en desarrollo se destinan al servicio de la deuda de los tenedores de bonos europeos y estadounidenses», denuncia, y subraya: «Casi cada dólar que un país gana por la venta de productos básicos se paga a los tenedores de bonos de Europa y Estados Unidos.»
Esto, argumenta, debería plantear una pregunta existencial: «¿Qué sentido tiene vender recursos naturales? Si sólo lo haces para pagar a tus tenedores de bonos y no para enriquecer a tu propio país».
Prashad insiste en que el mundo necesita un nuevo marco para pensar en el desarrollo, un marco en el que las naciones del Sur Global no se hundan en un pozo sin fondo de deuda, sino que puedan utilizar sus recursos para reforzar la soberanía nacional e impulsar el progreso humano. En este sentido, propone 7 puntos para un plan de desarrollo soberano.
Estos puntos incluyen:
1. La prohibición de la exportación de materias primas no procesadas, como ha hecho Indonesia con el níquel.
2. La prohibición de los precios de transferencia, los beneficios de actividades de transferencia de las empresas multinacionales que les permite negarse a pagar impuestos y pagar regalías bajas.
3. Adoptar controles de capital estrictos e incautar los activos mantenidos en paraísos fiscales ilícitos.
4. Adoptar topes a los tipos de interés que los prestamistas comerciales y multilaterales cobran a los países en desarrollo y regular los tipos de interés que los bancos nacionales cobran por bienes sociales como los préstamos para vivienda.
5. Implementar una regulación estricta de los fondos de pensiones para que los ahorros del pueblo no se utilicen imprudentemente para la especulación financiera y crear gradualmente fondos de pensiones del sector público.
6. Crear un Banco de Remesas para convertir los ingresos del consumo en ahorro para inversión y desarrollo de infraestructuras, como ha hecho México.
7. Crear condiciones para la Inversión Extranjera Directa, como la reinversión de los beneficios en el país donde operan, contratar y formar a la mano de obra nacional, transferir tecnología, utilizar su experiencia para desarrollar la cadena de valor dentro del país y construir infraestructuras.
Los debates de los días posteriores al panel inaugural pretendieron ampliar y profundizar dicho plan, en diálogo con líderes de movimientos, miembros de gobiernos progresistas y académicos.
Prashad afirmó: «No podemos imaginar la transformación social sin un programa que incluya una comprensión materialista de la transformación. Nos movemos. Pero nos movemos con claridad y confianza. Eso significa que tenemos que tener claro nuestro presente y el programa del presente hacia el futuro. Y necesitamos tener confianza en ese programa. Así que, sigamos adelante y construyámoslo».