Malta, 1 de mayo de 2025 – Un barco humanitario perteneciente a la Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC), cuyo objetivo era entregar ayuda vital a la asediada Franja de Gaza, fue atacado por un dron israelí en la madrugada del jueves en aguas internacionales cerca de Malta. El barco, llamado «Conciencia» (Al-Dameer), sufrió dos impactos en la proa, que provocaron un incendio y una brecha en el casco, poniendo en grave peligro a los 30 activistas internacionales de derechos humanos que iban a bordo.
La FFC, coalición internacional de base que trabaja para romper el bloqueo ilegal de Gaza impuesto por Israel desde hace 17 años, condenó el ataque como una agresión deliberada contra los esfuerzos pacíficos de solidaridad. El ataque tuvo como objetivo el generador eléctrico principal del barco, lo que provocó que se quedara sin energía y corría peligro de hundirse.
El barco lanzó una señal de socorro (SOS), a la que solo respondió Chipre del Sur, que envió un barco al lugar, pero hasta ahora no ha proporcionado la asistencia eléctrica vital necesaria.
Condena generalizada y llamamientos a una investigación
Expertos y defensores de los derechos humanos de todo el mundo condenaron rápidamente el atentado.
«Vivimos en una época en la que los barcos que transportan el armamento más avanzado pasan libremente, pero los barcos que transportan alimentos y medicinas son bombardeados. Israel está dispuesto a matar de hambre a una población hasta someterla», declaró la Dra. Shahd Hammouri, de la Universidad de Kent.
Mientras tanto, La relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, expresó su profunda preocupación, señalando que había recibido una llamada de socorro del barco. Instó a las autoridades marítimas y a los Estados implicados que intervinieran de inmediato, prestaran la ayuda necesaria e investigaran urgentemente el incidente.
Por su parte, el Dr. Itamar Mann, profesor de Derecho en la Universidad de Haifa, afirmó que el ataque atribuido a Israel constituye un crimen de guerra y una violación flagrante del derecho a la vida, señalando que su ocurrencia en aguas internacionales cerca de Malta exige una investigación y rendición de cuentas inmediatos, y pidió a las autoridades marítimas que reconsideren sus relaciones con Israel.
La abogada Lamis Deek, de la Comisión Palestina de Derecho (PAL Law Commission), calificó el ataque como un “acto planificado y deliberado de terrorismo de Estado”, señalando que constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas, los Convenios de Ginebra, el Estatuto de Roma y el derecho del mar.
Añadió: «Este ataque no solo ha sido un ataque contra una misión humanitaria, sino una amenaza explícita contra todos los pueblos y Estados que intentan salvar a los palestinos del genocidio. Si no se detiene a Israel, el mundo entero sangrará en el altar de su fascismo genocida.»
Reacciones palestinas y llamamientos a la acción internacional
El Frente Popular para la Liberación de Palestina condenó el ataque en los términos más enérgicos y lo calificó de «acto cobarde y criminal de piratería sionista», que se suma a una serie de crímenes contra los solidarios internacionales, recordando que la ocupación ya había cometido una masacre contra el barco turco «Mavi Marmara» en 2010, en el que las fuerzas israelíes asesinaron a 10 activistas a bordo.
El Frente afirmó en un comunicado: «Esta agresión demuestra una vez más que esta entidad temporal no respeta ninguna resolución ni ley internacional, aprovechándose de la protección estadounidense y el apoyo occidental continuo a sus crímenes contra nuestro pueblo y los pueblos libres del mundo.»
El grupo responsabilizó plenamente a la ocupación de la vida de los voluntarios y los solidarios internacionales, y llamó a los pueblos libres del mundo a intensificar la presión y el boicot total, a organizar nuevos convoyes para romper el bloqueo impuesto a Gaza y a perseguir a los líderes de la ocupación como criminales de guerra por sus crímenes contra la humanidad.
En el mismo contexto, el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, condenó el ataque israelí contra el barco, considerándolo «un crimen de piratería y terrorismo que requiere una intervención internacional urgente.»
Hamás elogió los esfuerzos de la tripulación del barco y de los activistas internacionales, afirmando: «Apreciamos los esfuerzos de la valiente tripulación del barco y de todos los activistas alrededor del mundo que trabajan para romper el asedio y la agresión contra Gaza. Los apoyamos y los llamamos a que continúen la lucha para desenmascarar el fascismo de los criminales de guerra sionistas.»
Por su parte, el Movimiento de la Yihad Islámica Palestina afirmó que el ataque israelí es «un intento deliberado de insultar todos los valores humanos y morales, y una prueba más de que la ocupación está utilizando el hambre como arma en su guerra de exterminio contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza.»