-Este artículo fue publicado el 04/05/2025 en su versión original francés del diario digital Mediapart. Traducido al español por la periodista Romane Frachon.
En una tribuna confiada a Mediapart, cuatro mujeres llaman a Francia y a Europa a “decir no a la política de destrucción” llevada a cabo por Israel: la Premio Nobel de Literatura Annie Ernaux, la exministra de Justicia Christiane Taubira, la historiadora franco-tunecina Sophie Bessis y la novelista libanesa Dominique Eddé.
«El Estado de Israel —gobernado por su extrema derecha— está exterminando a un pueblo y descuartizando Oriente Medio. Ni el asesinato de más de doscientos periodistas palestinos, ni la prohibición a los medios extranjeros de acceder a los lugares del crimen, ni la autocensura sistemática de la mayoría de los medios occidentales han logrado filtrar el horror.»
Hora tras hora, las bombas caen por todo Gaza. Familias enteras son aniquiladas, la casi totalidad de los hospitales está fuera de servicio, los niños son amputados sin anestesia, las tiendas de duelo son incendiadas, las personas que acuden a socorrer a los heridos son asesinadas a quemarropa, los sobrevivientes condenados a no poder recuperar los cadáveres de sus seres queridos, un barco cargado de ayuda para Gaza fue atacado por drones israelíes frente a las costas de Malta… Toda precaución en el lenguaje equivale ya a una ceguera voluntaria.
Mientras tanto, el régimen israelí ocupa el Golán y el sur del Líbano. Desde el 27 de noviembre de 2024, ha violado el alto el fuego en el Líbano en 1.500 ocasiones. Siria, apenas liberada de medio siglo de sangrienta tiranía, ha sufrido la destrucción de su ejército por parte de Tsahal sin que nadie dijera una palabra. Las fuerzas aéreas israelíes han atacado Siria cerca de mil veces. El nuevo régimen sirio se ve así privado, por su vecino israelí, de los medios necesarios para establecer su autoridad.
La toma como rehén de la población drusa siria por parte de Israel añade una pieza más de sabotaje al caos. “No hay ‘masacres de drusos’, sino enfrentamientos intercomunitarios que el nuevo gobierno intenta contener”, escribió el exembajador de Francia Gérard Araud. Con ello, Israel perfecciona su plan de desmembramiento de la región. Ya no se trata de anticipaciones ni de hipótesis. Se trata de observaciones, constataciones, hechos.
Si los responsables políticos europeos siguen esperando —¿y esperando qué?—, si no actúan con responsabilidad y dignidad para aplicar sanciones contra Israel y romper sus relaciones con ese régimen incendiario, se contarán entre los acusados ante la historia. Más grave aún: invalidarán el propio principio de Europa, firmarán conjuntamente el fin de la democracia, el triunfo del fascismo.
Recordemos que una treintena de países están sujetos a sanciones por parte de la Unión Europea, en particular por graves violaciones de los derechos humanos. Existe el marco jurídico para sancionar la política de terror ejercida por Israel. Solo falta aplicarlo.
“El objetivo es claramente crear las condiciones para llevar a cabo la mayor operación de limpieza étnica desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, escribió Josep Borrell, ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores. Aboga por el regreso urgente al derecho internacional, por el uso de herramientas de presión contra Israel, por el rechazo del “hecho consumado”. Y cuando se trata de imponer hechos consumados mediante decisiones unilaterales impuestas por la fuerza, no hay poder más eficaz que Israel.
Que Francia y Europa se salven a sí mismas diciendo no, claramente y por fin no, a esta política de destrucción.
*Los artículos reproducidos de otras fuentes no necesariamente reflejan las políticas editoriales adoptadas por República de Palestina.*