Este artículo fue publicado por el sitio web Nidaa al-Watan el 07/07/2025.

-Dr. Issam Al-Khawaja

Ghassan, un individuo excepcionalmente creativo y multifacético, se acerca a la perfección, con habilidades visionarias que han dejado su huella en cada encrucijada, abriendo nuevos capítulos y estableciendo diversas vías cognitivas.

Ghassan era consciente de la limitación de su tiempo. Hasta que no examinara exhaustivamente todas las señales de cruce hacia Palestina, no se detuvo en una estación creativa, salvo en lo estrictamente necesario. Su objetivo era plasmar faros que guiara a todos: cada uno de ellos representaba una dimensión intelectual, política, cultural, mediática, técnica o táctica, y un discurso mordaz en su claridad, profundamente arraigado en sus pilares y capaz de expresar a cada uno de nosotros, independientemente de la diversidad de nuestras experiencias e intereses.

Con motivo del homenaje a Ghassan, releí algunas de sus obras. Me detuve en su historia “La pequeña linterna”, escrita para su sobrina Lamis con motivo de su octavo cumpleaños. Era costumbre obsequiar historietas y libros infantiles en estas ocasiones. En esta ocasión, Ghassan decidió escribir una historieta e ilustrarla con sus propias pinturas. Las historias infantiles sin dibujos pierden capacidad para transmitir ideas y valores al lector. En la corta vida de Ghassan, el mártir de la palabra y la acción, no se le permitió completar una de las rutas más ricas, sensibles y vitales, pues es una de las herramientas creativas más importantes para crear conciencia en las generaciones que tienen la responsabilidad de lograr lo que él no pudo.

Qué difícil es escribirle al niño y llegar a él en un lenguaje simple e interesante que contiene profundas implicaciones filosóficas hacia la vida, en el que un discurso político e ideológico no encaja en la terminología. Ghassan fue capaz de hacer eso.

La historia se centra en la voluntad del rey hacia su hija pequeña: «Para convertirte en reina, debes traer el sol al palacio». Tras leer la voluntad de su padre, la pequeña princesa se dirigió al sabio del palacio, quien le dijo: «Mi padre me ha encomendado una misión difícil y que parece que yo no deseo ser reina». El sabio respondió: «Todos en el reino conocemos nuestro deber y no debemos huir de él. Debes traer el sol al palacio». La princesa intentó traer el sol, pero no tuvo éxito, por lo que se retiró a su habitación, cerró la puerta con llave y comenzó a llorar. Dos días después, la princesa triste vio un pequeño papel debajo de la puerta de su habitación. Corrió a leerlo y encontró una frase: «No podrás encontrar el sol en una habitación cerrada». El mensaje la motivó a salir de la habitación y decidió continuar su búsqueda del sol. Sus intentos individuales no tuvieron éxito, por lo que pidió ayuda a la gente. No voy a desvelar gran parte de lo que implica la historia. Esta es una invitación a leer, o releer, «La pequeña medusa», para apreciar la trama narrativa de Ghassan y su capacidad para incitar la voluntad y la determinación incluso en jóvenes y adolescentes.

Ghassan, eres realmente impresionante.

La frase citada es de su obra “La pequeña lámpara”
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