Al menos diez barcos de la Flotilla Mundial de la resiliencia (Somoud) para romper el bloqueo de la Franja de Gaza fueron atacados por drones en el mar Mediterráneo, en medio de explosiones y una amplia interferencia en las comunicaciones. Se registraron objetos explosivos que cayeron sobre las embarcaciones, causando daños materiales.

La relatora de la ONU para los derechos humanos en Palestina, Francesca Albanese, confirmó que siete ataques con drones se dirigieron contra los barcos de la flotilla tras el sobrevuelo de unas 15 aeronaves, y exigió protección inmediata para estas naves que transportan activistas, médicos y trabajadores humanitarios de 44 países. Consideró que lo ocurrido constituye una amenaza directa a civiles y una flagrante violación del derecho internacional.

El comité organizador de la flotilla señaló que al menos 13 explosiones ocurrieron cerca de los barcos, indicando que las autoridades de ocupación israelíes llevan a cabo una campaña de desinformación para justificar un posible ataque militar contra la flotilla, lo que calificó como un claro crimen de guerra.

La amenaza contra la vida de los/as activistas revela con claridad la naturaleza criminal de las autoridades de ocupación, que violan el derecho internacional y las normas diplomáticas, actuando como una entidad hostil a los pueblos y a sus derechos. Estas violaciones no solo representan un ataque contra el pueblo palestino, sino también una agresión a la soberanía de los Estados a los que pertenecen los/as activistas de la flotilla, demostrando que la ocupación constituye un peligro para la seguridad y la estabilidad de toda la región.

Las autoridades de ocupación renovaron su amenaza de impedir la llegada de los barcos a Gaza y declararon que no permitirán la ruptura del bloqueo naval impuesto al enclave desde hace más de 17 años. Esta postura confirma que dicha entidad colonial y asentadora solo conoce el lenguaje del terrorismo y el crimen, y no reconoce los derechos de los pueblos.

El lanzamiento de la Flotilla del «Somoud» expresa los vínculos entre los pueblos del Mediterráneo, mucho más antiguos que la existencia de la ocupación colonial. Lo que vemos hoy en esta solidaridad humana entre dichos pueblos es la encarnación de esos lazos históricos profundos, que no podrán ser detenidos por la propaganda racista ni por los crímenes repetidos de la ocupación sionista.

Esta solidaridad se extiende a todo el mundo, en rechazo al genocidio en Palestina. Es un reflejo de la convicción firme de que la causa palestina no es local o regional, sino una cuestión de justicia, libertad y dignidad humana, y de que las autoridades de la ocupación sionista se han convertido en una amenaza al sistema de derecho internacional, a la paz mundial y la seguridad internacional.

Fuente de la imágen

Redactado por: Bahaa Gásan

Shares:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *